A sus 16 años de edad, Manuela Saldarriaga cumplió un sueño, convertirse en campeona mundial en los 1000 metros junior damas, en Beidaihe, China.
La joven patinadora colombiana conquistó el oro con garra, talento y una madurez que deja claro que su futuro en el patinaje de velocidad apenas comienza.
Hace un año, la tristeza por no clasificar a la selección parecía una sombra difícil de dejar atrás. Pero Manuela nunca se rindió. Rodeada de quienes creen en ella, se levantó, trabajó en silencio y volvió más fuerte.
En la final, con cinco vueltas llenas de tensión, supo cuándo atacar y, con una ventaja de tres metros, cruzó la meta en primer lugar, levantando los brazos y emocionando a todo un país.
¡Una prueba más de que los sueños sí se cumplen!
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