En este momento no nos interesan los análisis tácticos, ni mucho menos hacer énfasis en alguna equivocación. Hoy, el país debe sentirse más orgulloso que nunca de un equipo de luchadoras que jugó con el alma la Copa del Mundo. Nunca se sintieron inferiores a nadie, con mentalidad ganadora se plantaron de igual a igual con potencias del fútbol, demostrando otra vez el infinito talento que tenemos en Colombia.
Sin mayor apoyo, con una liga profesional que apenas dura unos meses al año y miles de carencias, el fútbol femenino levanta la mano y dice presente con un grupo de verdaderas guerreras que hoy terminan el Mundial entre los ocho mejores equipos.
Durante varias semanas estas ‘Superpoderosas’ nos hicieron soñar, madrugando a disfrutar sus goles y anhelando que ojalá pronto podamos verlas competir de nuevo.
Gracias muchachas por enseñarnos tantas cosas a través del deporte. Gracias por unir a un país en torno a un objetivo hermoso, ajeno a los escándalos, la corrupción y las tragedias que llenan sin tregua los titulares de prensa cada día.
Gracias por tanto chicas. Colombia entera se pone de pie ante ustedes.
Este equipo, representa todo lo bueno de nuestra tierra. GRACIAS!