Pocas veces un homenaje es tan merecido como el que buscamos de manera sincera realizar en esta publicación. Hace 40 años arribó a Casanare una persona destinada a dejar una huella verdaderamente real en el deporte de esta tierra que por entonces no poseía grandes escenarios, ni mucho menos figuras de resonancia.
Poco a poco, con esfuerzo, conocimiento y vocación, construyó durante décadas generaciones de atletas que llevaron a lo más alto del país los colores del departamento.
Liderados por su hija, Ivonne, primera Campeona Suramericana, Medallista de Oro en Juegos Nacionales y Selección Colombia de la disciplina, el profesor Iván se convirtió en más que un entrenador, pasó a ser un símbolo del deporte base.
Organizador de grandes eventos, docente en diferentes instituciones educativas y ganador en todo el sentido de la palabra, Patarroyo tiene un lugar asegurado en la historia grande de Casanare.
Sus hijos, demás familiares, amigos y alumnos, rinden hoy homenaje a un ser humano excepcional, de esos que arribaron a este rincón del país, para aportar verdaderamente a su crecimiento, dejando en la arena su trabajo, sudor y en muchos casos, incluso sus lágrimas.
Estamos en mora de brindarle a este memorable entrenador el reconocimiento que se ha ganado. Si el proyecto para construir el estadio de atletismo en Yopal llega a hacerse realidad, debe llevar su nombre. Se merece eso y más.