Llegó siendo prácticamente una niña y se fue convertida en una gran mujer, impecable profesional, madre de familia y compañera ejemplar. Fueron 16 años de su vida, llenos de alegrías, tristezas, sonrisas, aprendizajes y muchos momentos que seguramente quedarán por siempre guardados en la memoria y en el corazón de una persona llena de cosas buenas hacia los demás.
La historia de la licenciada Yerly Jimena Corchuelo, en su paso por el IDRY, es el vivo ejemplo de una soñadora que a partir de su trabajo y compromiso, escaló posiciones, superó desafíos y llegó donde muchos no lo han logrado, hasta ganarse un lugar en una comunidad deportiva que seguramente la va a extrañar.
Esta semana, Jimena se despidió del lugar que fue su hogar laboral durante buena parte de su vida. Aquel donde ha dejado un vacío que no será fácil de llenar.
El destino ahora la lleva a otro sitio, en línea con la docencia, donde también seguirá ayudando a niños y jóvenes que ahora disfrutarán un ser humano excepcional. Que afortunados serán tus alumnos profe.
Todo nuestro reconocimiento, respeto y cariño licenciada.
Nuestros mejores deseos siempre para usted y su familia. Gracias por todo!
Por: Juan Hernando Suárez Guevara
