El cuerpo está sometido a una enorme cantidad de cambios durante el embarazo. El crecimiento del bebé dentro del vientre moviliza los órganos dentro del cuerpo para tener lugar y, a su vez, genera un aumento de peso.
Así, no es extraño que las embarazadas experimenten dolores articulares y musculares, principalmente en las rodillas, la espalda y la pelvis. Aunque muchas mujeres pueden sentir molestias en otras partes de su cuerpo.
Las tres zonas mencionadas son las encargadas de sostener el peso de tu cuerpo y de tu bebé, por este motivo suelen ser las que más sufren durante los últimos meses de la gestación.
Por otra parte, la retención de líquidos típica del embarazo puede, a su vez, generar un mayor aumento de peso y un empeoramiento del síndrome del túnel carpiano, que se evidencia mediante hormigueo y dolor en los dedos.
Como puedes ver, el dolor óseo en el embarazo es bastante habitual y tiene una explicación enteramente lógica debido al aumento de peso y la retención de líquidos. En el caso de los embarazos múltiples, los dolores óseos pueden aparecen antes del tercer trimestre
Ahora bien, si notas hinchazón en las manos, la cara u otras partes del cuerpo, acude a tu médico. Él determinará si se trata de un síntoma normal del embarazo durante el tercer trimestre o si por el contrario, se trata de alguna condición que requiere tratamiento médico.
Cómo reducir el dolor óseo en el embarazo
1. Ejercítate
Los ejercicios de bajo impacto son muy recomendados durante el embarazo por varios motivos:
Ayudan a mantener la flexibilidad de las artículaciones y la fortaleza de los músculos.
Pueden ayudan a reducir el dolor óseo en el embarazo.
Permiten mantener un peso saludable durante la gestación.
Por supuesto, debes hablar con tu médico sobre los ejercicios más recomendables para tu condición. Por lo general, se recomienda caminar, nadar o realizar yoga para embarazadas, pero será el profesional quien mejor pueda aconsejarte.
2. Masajes
Los masajes suaves en la espalda y piernas pueden ayudarte a reducir el dolor óseo en el embarazo. Si acudes a un centro de masajistas, asegúrate de que la persona que te atienda esté preparada para tratar embarazadas, ya que es muy importante que no se realicen movimientos bruscos ni fuertes durante la gestación.
3. Incluye omega-3 en tu dieta
Consumir pescado y frutos secos de manera regular puede ayudarte a combatir el dolor óseo en el embarazo. Esto se debe a que los ácidos grasos omega-3, según los últimos análisis, influyen en el metabolismo óseo, pudiendo ayudar a prevenir enfermedades articulares, artritis reumatoide y osteoporosis.
4. Calor o frío
La aplicación de calor o frío puede ayudar a aliviar los dolores articulares. Puedes colocar una toalla con hielo o una almohadilla eléctrica o de semillas sobre tus rodillas, por ejemplo.
5. Piernas en alto
Si padeces retención de líquidos y/o calambres en las piernas, es recomendable que una vez al día, preferentemente antes de irte a dormir, coloques las piernas en alto para mejorar la circulación.
Para ello, recuéstate sobre la cama, sin colocar una almohada bajo tu cabeza, y apoya las piernas contra la pared. Descansa de esta manera unos 10 minutos.
6. Descansa lo suficiente
Dormir es sumamente importante pero no nos referimos solamente a esto, sino también a disfrutar de momentos de pausa, colocando las piernas en alto y estirando la espalda. Debes tomarte un par de pausas al día para relajar tu cuerpo.
7. Evita usar tacones
Sabemos que deseas sentirte guapa pero si padeces de dolor óseo en el embarazo es recomendable que aparques el uso de tacones, al menos por el momento. Recuerda que no hay nada más importante que tu salud y la de tu bebé en este momento.
Si el dolor óseo en el embarazo no se alivia con estos consejos, acude a tu médico o farmacéutico para que te recomiende algún ungüento tópico a aplicar en las zonas afectadas. ¡No te automediques! Recuerda que muchos componentes no son recomendados durante la gestación.
Con información de Mejorconsalud.com